Thursday, March 22, 2007

Evolución

Y ya que estoy en esto de los videos, aprovecho para hacer una crítica social.




¿Qué les parece?

Wednesday, February 21, 2007

Un pedacito de pensamiento




Una novela guarda una correspondencia con la vida real, pues sus valores son de algún modo los de la vida real. Pero es evidente que los valores de las mujeres difieren a menudo de los valores establecidos por el otro sexo; es natural que esto sea así. Con todo, son los valores masculinos los que prevalecen. En términos generales, el foot ball y el deporte son "importantes"; el culto a la moda, la comprade trajes, "triviales".

Esos valores se transfieren inevitablemente de la vida a la novela. Este libro es importante, da por sentado el crítico, porque trata de guerras. Este otro libro es insignificante porque trata de los sentimientos de las mujeres en un salón. Una escena en un campo de batalla es más importante que una escena en una tienda - en todas partes y con más sutileza la diferencia de valores persiste. Toda la estructura, por consiguiente, de la novela de principios del siglo diecinueve, había sido erigida, si uno era una mujer, por una mente algo desviada de lo recto y obligada a alterar su clara visión en obsequio de una autoriad externa. No hay más que hojear aquellas viejas novelas olvidadas y escuchar el tono de voz en el cual fueron escritas para saber que la escritora está enfrentándose con la crítica; ella decía tal cosa para agredir, tal otra para conciliar. Admitía que era "sólo una mujer", o afirmaba que "valía tanto como un hombre". Salía al encuentro de la crítica según su temperamento, con deferencia y docilidad, o con enojo y énfasis. No importa cuál de los dos; estaba en otra cosa que en la cosa misma. Su libro se nos viene encima. Había una falla en el centro. Y pensé en todas las novelas escritas por mujeres que yacen desparramadas, como manzanas picadas en una huerta, por las librerías de viejo de Londres. Es la falla en el centro lo que las ha podrido. Ella ha alterado sus valores en obsequio de la opinión ajena.

-Un cuarto propio
,
Virginia Woolf

Monday, February 19, 2007

Petición zoonromanticista

Nemus fuscus, quies calida,
focus laris bellatoris pugnax,
diei momentum noctisque pacis,
consectum letitiam, consectum te.

Te, Momenta, saluto hilaris
ac gratis gratus nemi sum,
nulla potentia aut nulla maestitia
in anima mea... in anima mea sunt.

Monday, February 12, 2007

Cantando con mi propia voz

José Vasconcelos eligió, como tema para uno de sus ensayos, de entre tantas obras musicales, la Séptima Sinfonía de Beethoven. Tal vez fue porque esta pieza guardaba algún recuerdo suyo, un pensamiento, un sentimiento… o quizás fue porque “contiene la esencia del alma y la esencia del mundo”, como él mismo escribió.

Sea como fuere, concuerdo con su elección, pues al haberla escuchado repetidas veces, creo poder percibir el efecto emotivo y el goce de la música al que Vasconcelos se refiere en su ensayo. Sin embargo, si me preguntan a mí, que soy mucho menos poética y más anecdótica como Amado Nervo, preferiría escribir sobre una pieza de Tchaikovski que me ha acompañado durante toda mi vida y que guarda un profundo significado para mí: El lago de los cisnes.

A lo mejor les parece muy cursi, pero yo la encuentro, aunque muy diferente, igualmente digna de los halagos que el poeta mexicano le hace a la séptima de Beethoven. Es verdad que no es una sinfonía, que fue escrita en otra época y con otros fines, pero, si uno se toma la molestia de escucharla con atención (de sentirla), se puede encontrar una fuerza atrapada que se va liberando poco a poco, dando paso a una pasión desbordante y embriagadora.

Tal vez no cuento con la elocuencia de Vasconcelos, pero intentaré, con mis propias palabras, expresar el fondo que encuentro en la composición de Tchaikovski.

Cuando tenía cuatro años escuché El lago de los cisnes por primera vez. Es uno de los pocos recuerdos que guardo de esa época; tan sólo era una niña, pero algo en su simplicidad, que al mismo tiempo encierra su propia complejidad, me atrapó. En ese entonces no supe explicarlo, pero hay algo de misterio en la música, combinado con un toque de melancolía y un anhelo irrealizable, pero no por eso débil o frustrado.

Si pudiera dibujarlo, comenzaría con una delgada línea. Poco a poco se iría alzando, levantándose como un gran gigante, impresionante y poderoso. Luego volvería a bajar, pero ya dotado de una fuerza mayor, y se iría complicando para después transformarse en una especie de torbellino, en el cual una serie de sentimientos, desde el más sencillo hasta el más sublime, danzaran en una vorágine armoniosa. Puede parecer ilógico y extraño que utilice conceptos tan contradictorios como torbellino y armonía, pero esa es precisamente la sensación que quiero plasmar: sentimientos encontrados mezclados y expresados con delicadeza y furia al mismo tiempo.

Ahora, después de dieciséis años disfrutando del deleite que me produce esta pieza musical, puedo decir que, además de todo lo que ya he descrito, me transmite una profunda nostalgia, pero en el buen sentido de la palabra. Es una obra de arte que permanece intacta e inmóvil, pero yo he crecido con ella y he sabido encontrarle cambios. ¿O será que los cambios son los míos?

Tuesday, January 30, 2007

Mensaje del agente Hen-son

Estimado kender Tash Weiss:

Si le es posible, se le espera el jueves en el bosque, en el antiguo recinto sagrado de cuatro (¿o tres?) soñadores empedernidos que gustaban de compartir el vino en una copa "iluminada".

Espero contar con su presencia.

Atte. Miloflint

Monday, January 29, 2007

Encerrados en nuestra comida

“México se desmejicaniza”, escribió Salvador Novo en su Antología del pan, donde hace un breve resumen de la historia de la humanidad, utilizando el alimento que ha acompañado al hombre desde su inicio: el pan. También aprovecha para hacer una descripción de la vida cotidiana y de la cultura del México de principios del siglo XX, criticando la manera en la que nuestra gente ha ido abandonando las tradiciones de nuestro país para adoptar las costumbres americanas. Todo esto a través de la sencillez del pan.

Elegí este ensayo de Salvador Novo de entre los que nos dejaron comentar, porque, al ser una persona que disfruta mucho de la buena comida, estoy firmemente convencida de que la cultura de una población está fuertemente influenciada (si no es que definida) por los alimentos que consumen las personas que la conforman. No es lo mismo desayunar un pan tostado con mermelada y café que comer un tamal con atole. Tampoco se podría comparar el fuerte sabor de una mostaza francesa con el picor del chile mexicano.

La alimentación consiste en algo más que el simple acto de comer, pues encierra toda una idiosincrasia que se encuentra en los ingredientes que se utilizan, en el tipo de preparación de la comida y hasta en la forma en la que ésta se ingiere. Hay platillos muy refinados que se comen con una serie de cubiertos especiales para cada alimento, pero también uno se puede encontrar con unos tacos al pastor, en donde el instrumento principal para comer es la tortilla. También están los famosos palitos chinos y, en países como la India y Nepal, es costumbre comer el arroz con las manos.

Además de los distintos estilos de los alimentos, está el ambiente y el significado que cada cultura le da a sus horas de comida. Es clara la diferencia que se encuentra entre la “hora del té” de los ingleses y la ceremonia del té que hacen los japoneses. En México, la hora de la comida es un momento para pasar en familia y compartir los sucesos del día. La sobremesa, últimamente tan abandonada, tiene por objeto reposar los alimentos y descansar un poco antes de volver a las actividades de la tarde.

Desgraciadamente, en la actualidad hemos dejado de darle importancia a nuestras comidas. Especialmente en ciudades grandes como la nuestra, nos hemos acostumbrado a los alimentos chatarra y al fast fud, dejando de lado nuestros tiempos para disfrutar de la comida típica de nuestra cultura y de convivir con la gente con la que compartimos los alimentos. Pareciera incluso que despreciáramos a la comida: cada vez es más difícil encontrar un producto que no tenga en la etiqueta la famosa leyenda de “Light” y todas las revistas y programas de “salud” están plagadas de dietas que disminuyen considerablemente nuestro tipo de alimentación. La bulimia y la anorexia son enfermedades que se han vuelto preocupantemente comunes entre la juventud y que dañan profundamente a nuestra sociedad.

¿Por qué no nos damos tiempo para comer? Tenemos que recuperar nuestro tipo de alimentación, con todo lo que implica, pues nuestra comida forma parte de nuestras tradiciones y, por lo tanto, de nuestro pasado. Y hay que recordar que, quienes no tienen pasado, tampoco tienen futuro.

Tuesday, January 23, 2007

"Es de cuerdos vivir locos..."

Lo sé, lo creo, lo siento y lo sostengo. No soy la primera en descubrirlo y espero no ser la última en decirlo.

¿Qué sería de nosotros sin la magia?, ¿para qué nos serviría poder respirar si no fuéramos capaces de reconocer la belleza, los contrastes, la amistad, el amor... la vida misma?

Una sonrisa, un chocolate, un breve gesto de cariño; por eso vale la pena ser y existir.

El universo tiene sentido, no por una explicación cosmológica o un descubrimiento de física cuántica, sino por los pequeños instantes que conforman una vida entera.

Es verdad que nos vamos a ir solos de este mundo y que nuestros nombres y todo cuanto conocemos desaparecerá con el polvo y el tiempo, pero, aun cuando el destino es el mismo para todos y no lo podemos evitar, tenemos la opción de salir a enfrentarlo y morir sonriendo.

Vale la pena ser señalado, escandalizar al mundo y pasar por un lunático, pues al guardar el secreto de nuestra riqueza tras una fachada de alegres colores, no sólo compartimos sonrisas complicidad con algunos que nos saben reconocer, sino que también teñimos de emoción el pequeño mundo grisáceo que habitan aquellos que nos critican.

Antes le temía a la insatisfacción, pero hace poco comprendí que es un miedo absurdo, pues es algo que depende de mí y de nadie más. Morimos solos, pero en el fondo vivimos solos también, y no lo digo con un afán depresivo y melancólico, sino con el emocionante descubrimiento de mi libertad y mi capacidad para conocer el mundo e interpretarlo a mi gusto.

Por todo esto, y por muchas cosas más, puedo decirlo: la mejor medicina para cuanquier enfermedad del alma es una pequeña dosis de locura.

Sunday, January 21, 2007

Kiseki no Umi (Mar de Milagros)


yami no yozora ga futari wakatsu no wa yobiau kokoro hadaka ni suru tame

[El obscuro cielo de la noche divide a dos personas
para que soporten los corazones que se llaman mutuamente]

kazari nugisute subete nakusu toki nanika ga mieru

[Deshacerse de la decoración, y cuando todo se ha perdido
algo puede ser visto]

kaze yo watashi wa tachimukau yukou kurushimi no umi e to

[¡Oh, viento! Te enfrentaré
Vayamos al mar de sufrimientos]

kizuna kono mune ni kizande kudakeru nami wa hatenaku tomo

[Ataduras, ellas hieren profundamente mi corazón
roto en pedazos, aunque las olas sean eternas]
nani o motomete dare mo arasou no? nagashita chishio hana o sakaseru no?

[¿QUé es lo que quieres y a quién enfrentarás por ello?
¿Forzarás las flores a que rieguen sangre para que florezcan?]

toutoki ashita kono te ni suru made deaeru hi made

[Hasta que estas manos alcancen los preciosos mañanas
hasta el día en que nos encontremos]

kaze yo watashi wa tachimukau yukou kagayaki o mezashite

[¡Oh, viento! Te enfrentare
Vayamos orientados hacia lo que brilla]

inori kono mune ni dakishime samayou yami no you na mirai

[Una oración yo sostengo contra mi pecho
mientras vagabundeo por un futuro inobservable]

kaze yo watashi wa osorenai ai koso mitsukedashita kiseki yo

[¡Oh, viento! No tengo miedo
El Amor, cuando es encontrado, es un Milagro]

kimi o shinjiteru yorokobi arashi wa ai ni kizuku tame ni fuiteru

[Es el júbilo el creer en ti
La tormenta sopla para que pueda comprender mi Amor]

"Niña de recuerdos"

El otro día alguien me dijo que yo era una niña de recuerdos, pues de alguna forma logro que las personas acaben recordando algo de su pasado, así sea un regaño, una anécdota graciosa o una canción olvidada. No es la primera vez que me lo dicen y sé que tampoco será la última.


Es verdad que soy nostálgica, pero lo soy de una manera sana, disfrutando mi presente y tratando de mejorar. No le veo mucho sentido a limitarme a añorar otros tiempos, dejando los recuerdos estériles e improductivos. Estoy firmemente convencida de que vale la pena pensar en el pasado siempre y cuando se logre encontrar algo para nuestro presente. Puede ser una enseñanza o simplemente un recordatorio de quiénes somos y quiénes queremos ser. A fin de cuentas, alguien que carece de pasado no puede tener un futuro, ¿no es así?

Monday, January 08, 2007

Cambio de imagen

Aún cuando sigo siendo fiel al color verde, de vez en cuando necesito un pequeño cambio. En especial ahora, estrenando un nuevo año, siempre es bueno redefinirse.

Wednesday, December 13, 2006

Al final del primer semestre

El día en el que volteas a tu escritorio y, en lugar del desorden acostumbrado, ves un diccionario de griego, la colección completa de Tópicos y un volumen de la Física de Aristóteles...
Cuando te das cuenta de que hablas todavía más raro que de costumbre y que las personas de la cafetería te ven con una mezcla de desprecio, miedo y curiosidad...
La tarde que pasas en una fiesta con tus amigos de la facultad escribiendo nombres de filósofos en los vasos deshechables y riendo de chistes que nadie más entiende...
Es en esos pequeños instantes cuando comprendes que tu vida ha cambiado.

Wednesday, November 29, 2006

El poder de las palabras

-¿Emperador Cuzco?

-Sí, ¿a quién esperabas?

-Es que... no luce como emperador.

-¿Luce? ¡Hablas como película doblada!

Todo aquel que reconozca el diálogo recordará los viejos tiempos, cuando las películas para niños tenían un vocabulario más formal y elevado que las de ahora. A lo mejor no lo entendíamos del todo, pero gracias a eso adquiríamos un mayor conocimiento (¡éramos niños cultos!).

Hoy en día, con ese afán de "hacer accesible" la información para la gente en general, se ha simplificado mucho el vocabulario. Tanto el lenguaje de las películas como el jurídico, el filosófico y el científico han sufrido modificaciones por esta nueva corriente. En esto tienen mucho que ver los medios de comunicación, que se han dedicado a reducir la complejidad de la realidad a tópicos, ideas o slogans ampliamente difundidos en la sociedad. El problema es que, muchas veces, al intentar simplificar un concepto complicado, se pierde el significado profundo de éste. Como bien dice el escritor español José Ramón Ayllón: "la sencillez no siempre refleja la verdad: para muchos norteamericanos, los españoles somos toreros o guitarristas, y todas las españolas bailan flamenco".

Cuando se intentan transmitir altos contenidos culturales o éticos de manera simplificada puede haber peligrosas consecuencias. Por eso en la actualidad términos como la tolerancia y el respeto se entienden como indiferencia, la ruptura de los compromisos y la desvinculación de toda responsabilidad se identifican con la libertad y se confunde el carácter relativo de la verdad con el relativismo.

Todas estas ideas han sido hábilmente esparcidos entre la gente para manipular a la sociedad por pequeños grupos que buscan sus propios intereses. La única manera de no caer en esto es lo que yo llamo la "resistencia mental". No dejemos que nos gane la flojera: hay que seguir pensando; formarnos una mente crítica y no tragarnos toda la porquería que intentan meternos a diario en los comerciales, noticias y slogans publicitarios. Hay que ser verdaderamente libres: libres pensadores.

Tuesday, November 28, 2006

Sabotaje.



Tener que decir dos palabras
es como escribir un soneto.

Querer expresar todo un mundo
uniendo sílabas, uniendo espíritus:
iniciando en cuatro estrofas
escribiendo catorce versos
robando las dulces ideas
o componiendo un nuevo enredo.

(Si se nota que no dije nada, es culpa de Poncela y de cierto sabotaje).

Sunday, November 26, 2006

Goethe




Wer den Dichter will verstehen
muss in Dichters Lande gehen.

Saturday, November 04, 2006

When the soul wants... the soul waits



-¿Quién eres?- preguntó el principito-. Eres muy lindo.
-Soy un zorro- dijo el zorro.
-Ven, vamos a jugar- le propuso el principito-. Me encuentro muy triste...
-No puedo jugar contigo- dijo el zorro-. No estoy domesticado.
-¡Ah! Perdón- dijo el principito.
Pero después de refexionar, agregó:
-¿Qué significa domesticar?
-Tú no eres de aquí- dijo el zorro-. ¿Qué es lo que buscas?
-Busco a los hombres- dijo el principito-. ¿Qué significa domesticar?
-Los hombres- dijo el zorro- tienen rifles y cazan. Es muy molesto. También crían gallinas. Ése es su único interés. ¿Tú también buscas gallinas?
-No- dijo el principito-. Yo sólo busco amigos. Pero dime, ¿qué significa domesticar?
-Es algo demasiado olvidado- dijo el zorro-. Significa crear lazos.
-¿Crear lazos?
-Sí- dijo el zorro-. Para mí tú eres sólo un muchachito igual a otros muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. Yo sólo soy un zorro como cualquier otro. Pero si tú me domesticas, tú necesitarás de mí y yo de ti. Serás para mí único en el mundo. Y yo también seré para ti único en el mundo.
-Empiezo a entender- dijo el principito-. En mi planeta hay una flor y creo que me ha domesticado.
-Es posible- dijo el zorro-. ¡En la Tierra se ven toda clase de cosas...!
-¡Oh! no es en la Tierra- dijo el principito.
El zorro pareció muy interesado:
-¿En otro paneta?
-Sí.
-¿Hay cazadores en ese planeta?
-No.
-Eso es interesante. ¿Y hay gallinas?
-No.
-No hay nada perfecto- suspiró el zorro.
Pero el zorro volvió a su idea.
-Mi vida es monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas son muy parecidas y los hombres son también muy parecidos entre sí. Así que, como verás, me aburro un poco. Pero si tú me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos hacen que yo me esconda bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de mi madriguera, como una música. Y además, mira. ¿Ves allá, los campos de trigo? Yo no compro pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. Es algo triste. Pero tú tienes los cabellos de color del oro. Cuando me hayas domesticado, será algo maravilloso. El dorado trigo será un recuerdo de ti. Y me gustará mucho el ruido del viento en el trigo...
El zorro permaneció en silencio y observó por largo rato al principito.
-Domestícame, por favor- dijo el zorro.
-Quisiera hacerlo- dijo el principito-, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
-Sólo se conocen las cosas que se domestican- dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Las cosas se compran ya hechas a los mercaderes. Pero como no existe nungún mercader amigo, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!
-¿Qué hay que hacer?- dijo el principito.
-Bueno, hay que ser muy paciente. Al principio te sentarás un poco lejos de mí, así, en la hierba.Yo te echaré un vistazo y tú no dirás nada. La palabra es la fuente de malentendidos. Pero conforme pasen los días, te sentarás cada vez más cerca.
Al día siguiente el principito volvió.
-Es mejor que siempre vengas a la misma hora- dijo el zorro-. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Conforme avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado y un poco inquieto, sólo así descubriré el precio de la felicidad. Pero si vienes a cuelquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Tú sabes, los ritos son necesarios.
-¿Qué es un rito?- dijo el principito.
-Eso también es algo complicado- dijo el zorro-. Es lo que hace que un día sea diferente de otro; un hora diferente de otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del pueblo. El jueves es un día maravilloso. Voy a pasearme hasta la viña. Si los cazadores no tuvieran un día fijo para bailar, todos los días serían iguales y yo no tendría vacaciones.
Fue así como el principito domesticó al zorro. Mas cuando llegó el día de la partida, el zorro dijo:
-Voy a ponerme a llorar.
-La culpa es tuya- dijo el principito-. Yo no quería causarte ningún mal, pero tú quisiste que te domesticara.
-Sí- dijo el zorro.
-Pero vas a llorar- dijo el principito.
-Sí- dijo el zorro.
-Pero no ganas nada.
-Sí gano algo: ahora el color del trigo es más agradable.


-Antonie de Saint Exupéry,
El Principito

Thursday, October 26, 2006

Segundas regresiones


¡Me duele mi boquita!
No sé por qué, pero a últimas fechas he sido bastante maltratada por los dentistas. Antes los consideraba doctores amables y simpáticos, pero ahora me parecen verdaderos carniceros.
Esto de usar brackets es espantoso. Me duelen las encías todo el tiempo, no puedo comer lo que se me antoja y además me siento y me veo extraña. Estoy segura de que si nuestros padres los hubieran usado, jamás se les habría ocurrido ponérselos a sus hijos... (¿o sí? Tal vez y yo algún día lo haga, pero para entonces ya voy a haber olvidado cómo se siente. Seré una madre inconsciente).
Supongo que es el precio de la salud y la belleza. Nimodo.

Thursday, October 12, 2006

Un regalo ocasional

Defensa de la alegría

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
Defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
Defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
Defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
Defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
Defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.


Mario Benedetti


(Muchas gracias por el regalo; me ayudó a pensar, a sonreír, a sentirme acompañada y a no dormirme en clase de historia el día de hoy).

Wednesday, September 20, 2006

"Herr der Diebe"


"Los mayores no recuerdan lo que era ser niño.
Por mucho que digan lo contrario.
Ya no lo recuerdan, creedme.
Lo han olvidado todo.
Lo grade que les parecía el mundo entonces.
Lo difícil que podía resultar subir a una silla.
¿Qué sentían, al tener que mirar siempre hacia arriba?
Lo han olvidado.
Ya no lo saben.
Tú también lo olvidarás.
A veces, los mayores hablan de lo bonito que era ser niño.
Incluso sueñan con volver a su infancia.
¿Pero con qué soñaban cuando eran niños?
¿Lo sabes?
Yo creo que soñaban con llegar a ser adultos por fin."


- Cornelia Funke, El señor de los ladrones -

Tuesday, September 19, 2006

Regresiones

Michael Ende, en uno de los capítulos de La Historia Interminable (si no la han leído, háganlo), tiene un personaje muy curioso llamado Doña Aiuola, que vive en una casa llamada "la casa del cambio", pues quien entra ahí sale cambiado. A este lugar es a donde llega Bastian, el protagonista de la historia. Entonces Doña Aiuola lo recibe y lo atiende, pero siempre tratándolo como a un bebé: le da de comer, lo mima, lo viste y lo hace dormir en una cuna. La casa de cambio, por su parte, hace crecer sus paredes y sus muebles para que Bastian recuerde lo que se siente ser un niño pequeño. Al principio a él no le parece, pero poco a poco va aceptando los nuevos tratos y llega a recordar muy bien lo que era ser un niño.

Tal vez fuera de contexto esto no haga ningún sentido, pero lo recordé porque así es precisamente como me siento ahora. Mi mente inquieta funciona como siempre y constantemente se me ocurren cosas que quiero comunicar, pero no puedo hablar. Tampoco puedo comer otra cosa que no sean papillas y tengo que hacerlo lento y con cuidado. Quiero hacer un montón de cosas, pero me canso muy rápido y tengo que dormir mucho. Es como volver a ser un bebé.

Al enfermarse uno aprende a desarrollar la poca paciencia que tiene (¡la virtud es una paciencia!), pues no hay mucho que hacer al respecto, salvo esperar. Mientras tanto, seguiré viviendo en mi propia casa de cambio, a ver qué novedades encuentro en mí misma.

En lo más oscuro de mi bosque...


¡Qué difícil es esto de abrir el corazón, de desnudar el alma y de olvidar la razón! Para eso se inventaron los chocolates, las florerías, los regalos y los días festivos. Ya sea el 10 de Mayo o Navidad, nos acostumbramos a utilizarlos para enfrentar nuestra cobardía.
Difícil y hermoso a la vez, es esto de encontrarse de frente con uno mismo y ver la verdad reflejada en nuestros propios ojos. Es una sensación extraña y singular, pero vale la pena. Y es que es difícil... tan difícil, decir, simple y llanamente: "te quiero".