Wednesday, February 21, 2007

Un pedacito de pensamiento




Una novela guarda una correspondencia con la vida real, pues sus valores son de algún modo los de la vida real. Pero es evidente que los valores de las mujeres difieren a menudo de los valores establecidos por el otro sexo; es natural que esto sea así. Con todo, son los valores masculinos los que prevalecen. En términos generales, el foot ball y el deporte son "importantes"; el culto a la moda, la comprade trajes, "triviales".

Esos valores se transfieren inevitablemente de la vida a la novela. Este libro es importante, da por sentado el crítico, porque trata de guerras. Este otro libro es insignificante porque trata de los sentimientos de las mujeres en un salón. Una escena en un campo de batalla es más importante que una escena en una tienda - en todas partes y con más sutileza la diferencia de valores persiste. Toda la estructura, por consiguiente, de la novela de principios del siglo diecinueve, había sido erigida, si uno era una mujer, por una mente algo desviada de lo recto y obligada a alterar su clara visión en obsequio de una autoriad externa. No hay más que hojear aquellas viejas novelas olvidadas y escuchar el tono de voz en el cual fueron escritas para saber que la escritora está enfrentándose con la crítica; ella decía tal cosa para agredir, tal otra para conciliar. Admitía que era "sólo una mujer", o afirmaba que "valía tanto como un hombre". Salía al encuentro de la crítica según su temperamento, con deferencia y docilidad, o con enojo y énfasis. No importa cuál de los dos; estaba en otra cosa que en la cosa misma. Su libro se nos viene encima. Había una falla en el centro. Y pensé en todas las novelas escritas por mujeres que yacen desparramadas, como manzanas picadas en una huerta, por las librerías de viejo de Londres. Es la falla en el centro lo que las ha podrido. Ella ha alterado sus valores en obsequio de la opinión ajena.

-Un cuarto propio
,
Virginia Woolf

14 comments:

Anonymous said...

Isabel Allende, y su casa de los espiritus es algo que vale la pena leer.

Zoon Romanticón said...

Si tuviera que escribir una novela resaltando los valores de las mujeres, quizá, debería comenzar con algo así:

"Esta es la leyenda del horizonte que separa lo trivial de lo importante, lo celestial de lo terreo. Es la leyenda que se ha leído mal durante siglos y que ahora es tiempo de enmendar. La leyenda que se ha vuelto mito y que debe hoy regresar a la realidad.

Es esta la leyenda que comienza, un día como cualquier otro, pongamos que fuera martes, con un par de ojos posados sobre un espejo: esos ojos estaban encantados, embrujados, por la profundidad de su propia mirada: por profundidad de su propio Ser.

La mujer se veía a sí misma y descubría eso que, años más tarde, alguien llamaría "luz" o "bondad" y que en ese momento ella podía comprender como "esencia".

Sumida como estaba en su mirada, la mujer..."

Emilia Kiehnle said...

"... se dio cuenta de que, en realidad, aún era una niña."

Zoon Romanticón said...

¿Quién se atreverá a continuar con la novela?, ¡venga! Hay muchas formas de seguir, verbi gratia:

E.P.S. said...

Te agradezco mucho el que me hayas introducido a ese libro, pollo! Sobre todo en Acapulco, donde el clima amodorraba al Hámster, me sirvió como un excelente ejercicio: placentero para pensar frente al mar, sobre todo en los atardeceres que parecían de sangre y fuego y que cubrían la arena con una brillante capa metálica...

Consejo por experiencia propia: Lleven un buen libro a los lugares de climas cálidos... si es que detestan, como yo, quedarse sólo apachurrados por el calor y también para que eviten que los sesos se les hagan gelatina.

Zoon Romanticón said...

Sesos de gelatina, glup, glup: llegó algo tarde el consejo, jajaja: hoy sufrí un calor farenheico inaguantable.

Blascone said...

"... una niña que estaba aterrada a crecer y se aferraba a su inocencia fallida. Las arrugas asomaban los años pasados por su cuerpo, pero sus ojos, y solamente ellos, delataban la verdadera edad de su alma..."

jajaja no soy tan buena en esto como zoon

Zoon Romanticón said...

¡Venga! Sin elogios que me ruborizo, jajajajaja.

E.P.S. said...

"...y en esos ojos, la niña seguía susurrándole los recuerdos de una vida ya pasada y de un sueño ya olvidado."

Sería interesante crear un cadáver exquisito con todas nuestras contribuciones, no creen? A ver qué tan largo se pone...

Zoon Romanticón said...

"La niña se preguntó, entonces: ¿será posible rescatar esos olvidos, alcanzar esos pasados? Después de todo, si estaba ahí parada observando su mirada debía ser por algo. Ese martes, posiblemente como cualquier otro, estaba ahora tomando un giro inesperado.

Sus propios ojos le habían otorgado la llave a una nueva dimensión de su existencia: la reflexividad. Ella estaba ahora parada frente a sí. ¿Se atrevería a dar el siguiente paso? ¿Podría introducir su mano en la visión de su propia existencia y extraer -con esa delicadeza que sólo los dedos de la mujer pueden conseguir- aquello que creía perdido?

La niña se dejó encantar por su mirada y extendió la mano. Se decidió a estirar su mano y alcanzar su pasado: después de todo, sin él no hay futuro. Mientras más se acercaba, menos veía: la luminocidad de su propio ser la cegaba sin piedad..."

Unknown said...

"Con la mano vacilante, recorrió el contorno de su rostro en el espejo... lanzó un suspiro: su mano sentía arrugas; sus ojos veían lo que alguna vez había sido..."

Blascone said...

jaja yaaa demasiada melancolíaa! Acción en la novela porfavor...

Zoon Romanticón said...

"... entonces despertó. Quiero decir, sus ojos se despegaron de las pupilas que le devolvía el espejo donde todo este viaje se había originado.

La niña palpó su rostro y descubrió la joven y dulce femeneidad que recorría su rostro. Sí. Era aún joven: una niña.

¿Una niña? De nuevo: sí. Y eso debía significar algo más que sólo infancia, inocencia, pulcritud. Quizá significaba transparencia..."

Anonymous said...

aquella mujer dejo de ser vieja, dejo de ser mujer, dejo de ser joven... todo esto para seguir el proceso inverso de la vida, por que despues de tantos cambios, detantas vidas, de tantos amores.. fue niña denuevo, o tal vez no de nuevo sino por primera vez, con la fragilidad y la inocencia de su lado...