"Los mayores no recuerdan lo que era ser niño.
Por mucho que digan lo contrario.
Ya no lo recuerdan, creedme.
Lo han olvidado todo.
Lo grade que les parecía el mundo entonces.
Lo difícil que podía resultar subir a una silla.
¿Qué sentían, al tener que mirar siempre hacia arriba?
Lo han olvidado.
Ya no lo saben.
Tú también lo olvidarás.
A veces, los mayores hablan de lo bonito que era ser niño.
Incluso sueñan con volver a su infancia.
¿Pero con qué soñaban cuando eran niños?
¿Lo sabes?
Yo creo que soñaban con llegar a ser adultos por fin."
Por mucho que digan lo contrario.
Ya no lo recuerdan, creedme.
Lo han olvidado todo.
Lo grade que les parecía el mundo entonces.
Lo difícil que podía resultar subir a una silla.
¿Qué sentían, al tener que mirar siempre hacia arriba?
Lo han olvidado.
Ya no lo saben.
Tú también lo olvidarás.
A veces, los mayores hablan de lo bonito que era ser niño.
Incluso sueñan con volver a su infancia.
¿Pero con qué soñaban cuando eran niños?
¿Lo sabes?
Yo creo que soñaban con llegar a ser adultos por fin."
- Cornelia Funke, El señor de los ladrones -
6 comments:
Excelente extracto literario: dice una sencilla verdad. Ya no recordamos lo que era ser niño, pues lo hemos dejado de ser.
Aunque alguna vez lo hayamos sido, las cosas y el mundo a nuestro alrededor cambian y nos hacen cambiar.
La infancia es la eterna nostalgia.
Inspiración nocturna: no recuerdo qué es ser niño. Pero recuerdo la grata felicidad de la inocencia y la bondad, de la esperanza y de la simpleza...
No estoy de acuerdo con Elena Pietrini, pues con esfuerzo y amor (¿amistad, responsabilidad?) uno puede recuperar esas bellas virtudes de la infancia.
Lo que ya no será: eso sí que es la eterna nostalgia.
He de aclarar que las bellas virtudes de la infancia nunca nos abandonan del todo mientras las sigamos guardando en nuestro corazón... y existen personas como pruebas vivientes de ello: aquellas que siguen creyendo en la magia y siguen disfrutando de los sencillos placeres de la vida.
Sin embargo a veces nos olvidamos de ello y necesitamos que alguien nos lo recuerde. Podemos cambiar con el tiempo, pero aún así guardar aquello y nadie ni nada nos lo puede arrebatar mientras así lo deseemos...
(en el comentario anterior dejé la idea incompleta, pero no por eso quiero que tenga un deje de fatalismo...sino de esperanza, que es el símbolo más característico de la niñez)
nosotros no entendemos a dios y el tampoco nos entiende, diría yo si fuera el.
"quien los entiende, de niños desean ser grandes, y de grandes desean ser niños denuevo"
y ya yo yo, me digo a mi mismo, que mientras todos los adultos tienen un niño dentro, yo soy un niño que tiene un viejito de ochenta años...
Y yo soy una niña que siempre soñó con vestirse como mujer, pintarse como mujer y caminar como mujer...pero la verdad es que añoraba ser de la altura de los adultos para decirles la verdad sin que se enfadaran...jajajaja
Me agrada el comentario de Goldenlink y Juels, y en mi resumen... creo que, de niños queremos ser grandes para hacer lo que queramos sin limites...
Tambien un niño se apasiona por el mundo que crea a su alrededor, un "adulto" en cambio, ha enfermado del mundo que le rodea...
ambos actúan conforme a lo que han creado y creen.... (aunque cada etapa tiene sus pros y contras y se deben vivir lo mejor posible) :)
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