Sunday, June 29, 2008

Recuerdos de un jardín olvidado: respuesta a un post de Artemisia



-Amiga, mía- le dijo una anciana orquídea- Recuerda quién eres en verdad. Tú no eres una flor azul de campo, sino una hermosa rosa blanca. Tus pétalos compiten con el resplandor nocturno de la Luna y tu belleza contrasta con las espinas guerreras que te han acompañado en tus aventuras.

La pequeña flor levantó la mirada de la tierra vio a su amiga la orquídea.

-No soy quien tu recuerdas- le contestó. -He conocido otro mundo, mucho más grande que mi pequeño jardín. Ahora sé que hay seres más grandes y hermosos que yo. He aprendido a ser humilde.

-¿Es eso verdad?, ¿entonces por qué te deshojas, florecita? Acuérdate que la verdadera humildad es saberte digna por quien eres, aun cuando en este enorme mundo haya flores mucho más bellas y grandes que tú. No te apagues, mejor muéstrales cómo brillas tú y enséñales a buscar su propio color. No quieras esconder tus pétalos tas otro color: la sencillez de tu blanco y la delicadeza de tu textura son los dones que tienes para regalar a este mundo. Si los escondes, serás una planta estéril.

La florecilla comprendió. Le costó trabajo, pero recordó cómo brillar y lo hizo mucho mejor que antes, pues había conocido el valor de la humildad.

8 comments:

Zoon Romanticón said...

Gracias. Auch. Gracias.

Emilia Kiehnle said...

De nada. Este post es principalmente para Artemisia, pero me da gusto que también hayas encontrado algo para ti ;)

E.P.S. said...
This comment has been removed by the author.
E.P.S. said...

Creo que está bien salir del jardín para conocer otros mundos, que, no necesariamente harán olvidar a la flor su personal naturaleza.

Alberto Tensai said...

Una rosa blanca es una rosa blanca así la lleves al otro lado del mundo, le cortes las espinas y la pintes de azul para darle gusto a alguien que así la quiere ver.

Claro que, tan bien disfrazada, debe costar mucho reconocerla. Quizás aún si ella se ve en el espejo.

Pero es la misma.

Emilia Kiehnle said...

El punto, mi amigo Tensai, es que la flor de este post no se ha pintado de azul ni hay alguien más que la quiera ver así.

Sencillamente es una flor que olvidó, por sí misma, cómo brillar plateado. No diré nada más.

E.P.S. said...

Creo que tanta metáfora provoca exageradas confusiones, malentendidos, malos mensajes.

Hablemos sin metáforas, amiga mía. ¿Te parece? Yo te marco para vernos prontamente.

Un beso.

Alberto Tensai said...

Yo sólo daba un ejemplo de identidad... Un pequeño recordatorio al aire.