Escribir no se trata solamente de estar inspirado. Las musas son caprichosas y no siempre visitan a los que las necesitan.
Escribir implica disciplina. Si se deja, aunque sea por un momento, se pierde mucha práctica, el estilo se opaca y las ideas palidecen. Hay que seguir, aunque ya no den ganas, aunque las palabras parezcan resbalarse de las manos y los sonidos no sean agradables y melodiosos. Hay que escribir, aunque sea un traguito amargo, pues de otra manera la tinta se seca cada vez más y el pensamiento deja de fluir.
No, me niego. Aquí estoy. No tengo palabras, no tengo ganas, pero sí la firme decisión de seguir.
Pluma mía, aquí voy.
Escribir implica disciplina. Si se deja, aunque sea por un momento, se pierde mucha práctica, el estilo se opaca y las ideas palidecen. Hay que seguir, aunque ya no den ganas, aunque las palabras parezcan resbalarse de las manos y los sonidos no sean agradables y melodiosos. Hay que escribir, aunque sea un traguito amargo, pues de otra manera la tinta se seca cada vez más y el pensamiento deja de fluir.
No, me niego. Aquí estoy. No tengo palabras, no tengo ganas, pero sí la firme decisión de seguir.
Pluma mía, aquí voy.
2 comments:
¡Ad ovo! Ésa es la actitud correcta.
Disciplina, esa palabrita TAN importante y tan ignorada por muchas personas en esta vida...
¡Bravo!
Post a Comment