Wednesday, May 21, 2008

Con otra mirada



Este cuadro me gusta desde que lo conozco porque me parece bonito y con un toque de misterio. Sin embargo, no sabía todo el significado ideológico que trae consigo.

Vermeer era un hombre que vivía rodeado de puritanismo. Los puritanos creen que es indecente que una mujer muestre su cabello (es casi peor a que muestre su cuerpo desnudo). También era considerado inmoral que llevaran joyas o atuendos muy llamativos, pues es una manera de darse importancia y mostrarse como objeto de deseo.

En este cuadro, que hasta hace poco me parecía de lo más normal y decente, se esconde una fuerte crítica contra el puritanismo. Vermeer muestra una muchacha con el cabello tapado, como acostumbraban las mujeres puritanas, pero en vez de hacerlo con una cofia trae una pañoleta de tela colorida que cae coquetamente por su espalda. No la pintó de frente, sino de lado, como invitando al observador a pasar con ella. También tiene los labios sensualmente abiertos, al mismo tiempo que mira con una intención lasciva. Por si fuera poco, el tema central del cuadro es el arete de la muchacha, el cual el un símbolo ostentoso de su inmoralidad.

Nunca antes se me había ocurrido ver este cuadro con estos ojos, pero me pareció muy interesante. Tal vez Artemisia nos podrá decir algo más al respecto.

3 comments:

Alberto Tensai said...

"It´s obscene!", se dice que opinó, mortificada, la esposa de Vermeer sobre el cuadro.

Y es comprensible, pues ésa era la intención (fue pintado bajo pedido por un viejo mecenas bastante pervertido). Al menos, eso tengo entendido.

¿No has leído (o de perdida, visto la película) "The Girl with the Pearl Earring"?

Emilia Kiehnle said...

Sí, pero no deja de ser una novela. Basada en algo real, pero nunca sabes qué tanto es real y qué tanto se sacó la autora de la manga (en especial cuando sabes que la escritora tenía como 22 años cuando se publicó ese libro).

Además, yo no lo entendí de ese modo cuando vi la película, pues pensé que sencillamente era una manera de expresar su enojo ante la aparente infidelidad de su esposo. Nunca le vi nada de obsceno, jeje.

E.P.S. said...

La verdad no hay nada documentado en cuanto a intensiones sensuales del cuadro, aunque sí creo que es evidente la percepción del espectador sobre el personaje retratado: es una mirada abiertamente coqueta, la postura de lado y los labios entreabiertos. La maestra que nos dio barroco, nos dijo que este cuadro tenía elementos que se estaban poniendo de moda en aquél tiempo: la pañoleta de la joven asemejaría un turbante árabe, además, las joyas, elementos ornamentales de las bailarinas del harem... Rembrandt pintó varios retratos orientalizados y "exóticos", retratando a sus personajes a lo árabe. Posiblemente tenga alguna alusión a ello... Esa es mi opinión ;)