Tuesday, January 30, 2007

Mensaje del agente Hen-son

Estimado kender Tash Weiss:

Si le es posible, se le espera el jueves en el bosque, en el antiguo recinto sagrado de cuatro (¿o tres?) soñadores empedernidos que gustaban de compartir el vino en una copa "iluminada".

Espero contar con su presencia.

Atte. Miloflint

Monday, January 29, 2007

Encerrados en nuestra comida

“México se desmejicaniza”, escribió Salvador Novo en su Antología del pan, donde hace un breve resumen de la historia de la humanidad, utilizando el alimento que ha acompañado al hombre desde su inicio: el pan. También aprovecha para hacer una descripción de la vida cotidiana y de la cultura del México de principios del siglo XX, criticando la manera en la que nuestra gente ha ido abandonando las tradiciones de nuestro país para adoptar las costumbres americanas. Todo esto a través de la sencillez del pan.

Elegí este ensayo de Salvador Novo de entre los que nos dejaron comentar, porque, al ser una persona que disfruta mucho de la buena comida, estoy firmemente convencida de que la cultura de una población está fuertemente influenciada (si no es que definida) por los alimentos que consumen las personas que la conforman. No es lo mismo desayunar un pan tostado con mermelada y café que comer un tamal con atole. Tampoco se podría comparar el fuerte sabor de una mostaza francesa con el picor del chile mexicano.

La alimentación consiste en algo más que el simple acto de comer, pues encierra toda una idiosincrasia que se encuentra en los ingredientes que se utilizan, en el tipo de preparación de la comida y hasta en la forma en la que ésta se ingiere. Hay platillos muy refinados que se comen con una serie de cubiertos especiales para cada alimento, pero también uno se puede encontrar con unos tacos al pastor, en donde el instrumento principal para comer es la tortilla. También están los famosos palitos chinos y, en países como la India y Nepal, es costumbre comer el arroz con las manos.

Además de los distintos estilos de los alimentos, está el ambiente y el significado que cada cultura le da a sus horas de comida. Es clara la diferencia que se encuentra entre la “hora del té” de los ingleses y la ceremonia del té que hacen los japoneses. En México, la hora de la comida es un momento para pasar en familia y compartir los sucesos del día. La sobremesa, últimamente tan abandonada, tiene por objeto reposar los alimentos y descansar un poco antes de volver a las actividades de la tarde.

Desgraciadamente, en la actualidad hemos dejado de darle importancia a nuestras comidas. Especialmente en ciudades grandes como la nuestra, nos hemos acostumbrado a los alimentos chatarra y al fast fud, dejando de lado nuestros tiempos para disfrutar de la comida típica de nuestra cultura y de convivir con la gente con la que compartimos los alimentos. Pareciera incluso que despreciáramos a la comida: cada vez es más difícil encontrar un producto que no tenga en la etiqueta la famosa leyenda de “Light” y todas las revistas y programas de “salud” están plagadas de dietas que disminuyen considerablemente nuestro tipo de alimentación. La bulimia y la anorexia son enfermedades que se han vuelto preocupantemente comunes entre la juventud y que dañan profundamente a nuestra sociedad.

¿Por qué no nos damos tiempo para comer? Tenemos que recuperar nuestro tipo de alimentación, con todo lo que implica, pues nuestra comida forma parte de nuestras tradiciones y, por lo tanto, de nuestro pasado. Y hay que recordar que, quienes no tienen pasado, tampoco tienen futuro.

Tuesday, January 23, 2007

"Es de cuerdos vivir locos..."

Lo sé, lo creo, lo siento y lo sostengo. No soy la primera en descubrirlo y espero no ser la última en decirlo.

¿Qué sería de nosotros sin la magia?, ¿para qué nos serviría poder respirar si no fuéramos capaces de reconocer la belleza, los contrastes, la amistad, el amor... la vida misma?

Una sonrisa, un chocolate, un breve gesto de cariño; por eso vale la pena ser y existir.

El universo tiene sentido, no por una explicación cosmológica o un descubrimiento de física cuántica, sino por los pequeños instantes que conforman una vida entera.

Es verdad que nos vamos a ir solos de este mundo y que nuestros nombres y todo cuanto conocemos desaparecerá con el polvo y el tiempo, pero, aun cuando el destino es el mismo para todos y no lo podemos evitar, tenemos la opción de salir a enfrentarlo y morir sonriendo.

Vale la pena ser señalado, escandalizar al mundo y pasar por un lunático, pues al guardar el secreto de nuestra riqueza tras una fachada de alegres colores, no sólo compartimos sonrisas complicidad con algunos que nos saben reconocer, sino que también teñimos de emoción el pequeño mundo grisáceo que habitan aquellos que nos critican.

Antes le temía a la insatisfacción, pero hace poco comprendí que es un miedo absurdo, pues es algo que depende de mí y de nadie más. Morimos solos, pero en el fondo vivimos solos también, y no lo digo con un afán depresivo y melancólico, sino con el emocionante descubrimiento de mi libertad y mi capacidad para conocer el mundo e interpretarlo a mi gusto.

Por todo esto, y por muchas cosas más, puedo decirlo: la mejor medicina para cuanquier enfermedad del alma es una pequeña dosis de locura.

Sunday, January 21, 2007

Kiseki no Umi (Mar de Milagros)


yami no yozora ga futari wakatsu no wa yobiau kokoro hadaka ni suru tame

[El obscuro cielo de la noche divide a dos personas
para que soporten los corazones que se llaman mutuamente]

kazari nugisute subete nakusu toki nanika ga mieru

[Deshacerse de la decoración, y cuando todo se ha perdido
algo puede ser visto]

kaze yo watashi wa tachimukau yukou kurushimi no umi e to

[¡Oh, viento! Te enfrentaré
Vayamos al mar de sufrimientos]

kizuna kono mune ni kizande kudakeru nami wa hatenaku tomo

[Ataduras, ellas hieren profundamente mi corazón
roto en pedazos, aunque las olas sean eternas]
nani o motomete dare mo arasou no? nagashita chishio hana o sakaseru no?

[¿QUé es lo que quieres y a quién enfrentarás por ello?
¿Forzarás las flores a que rieguen sangre para que florezcan?]

toutoki ashita kono te ni suru made deaeru hi made

[Hasta que estas manos alcancen los preciosos mañanas
hasta el día en que nos encontremos]

kaze yo watashi wa tachimukau yukou kagayaki o mezashite

[¡Oh, viento! Te enfrentare
Vayamos orientados hacia lo que brilla]

inori kono mune ni dakishime samayou yami no you na mirai

[Una oración yo sostengo contra mi pecho
mientras vagabundeo por un futuro inobservable]

kaze yo watashi wa osorenai ai koso mitsukedashita kiseki yo

[¡Oh, viento! No tengo miedo
El Amor, cuando es encontrado, es un Milagro]

kimi o shinjiteru yorokobi arashi wa ai ni kizuku tame ni fuiteru

[Es el júbilo el creer en ti
La tormenta sopla para que pueda comprender mi Amor]

"Niña de recuerdos"

El otro día alguien me dijo que yo era una niña de recuerdos, pues de alguna forma logro que las personas acaben recordando algo de su pasado, así sea un regaño, una anécdota graciosa o una canción olvidada. No es la primera vez que me lo dicen y sé que tampoco será la última.


Es verdad que soy nostálgica, pero lo soy de una manera sana, disfrutando mi presente y tratando de mejorar. No le veo mucho sentido a limitarme a añorar otros tiempos, dejando los recuerdos estériles e improductivos. Estoy firmemente convencida de que vale la pena pensar en el pasado siempre y cuando se logre encontrar algo para nuestro presente. Puede ser una enseñanza o simplemente un recordatorio de quiénes somos y quiénes queremos ser. A fin de cuentas, alguien que carece de pasado no puede tener un futuro, ¿no es así?

Monday, January 08, 2007

Cambio de imagen

Aún cuando sigo siendo fiel al color verde, de vez en cuando necesito un pequeño cambio. En especial ahora, estrenando un nuevo año, siempre es bueno redefinirse.