Tuesday, October 14, 2014

Ver con el alma

Esta sensación es horrible: saber que algo está roto, pero sentir la responsabilidad de arreglarlo, aunque todo mundo (hasta tu propio sentido común) te digan que ya no puedes ni debes hacer nada.

He tenido esta sensación antes. En algunos casos me ha durado incluso años y he sufrido con la ruptura abierta. Pero no he renunciado -no sé renunciar- y la experiencia me ha enseñado que algunas veces esta espera y este aguante me permiten encontrar el camino de la reparación. 

No sé si de verdad soy tonta, necia o "demasiado inocente". Pero sigo creyendo que es lo correcto. Se siente correcto, por más confuso y doloroso que sea. 

Temo equivocarme y crear más rupturas que ni venían al caso por empecinarme en remendar ésta, pero sé que no podría vivir tranquila si no siguiera intentándolo. 


2 comments:

Nerea said...

¿Necia? Quizá lo seas, pero a veces se necesita un poco (o un mucho) de necedad para salir avante en esta vida. Hay cosas que se rompen y jamás vuelven a ser lo mismo: pueden reconstruirse y ser algo mejor, más bello, más importante o pueden quedarse en una forma de nostalgia. Todo depende de si lo rompiste tú y te pertenece, o lo rompieron varios. Si es la segunda opción se necesitan más manos para repararlo. Y mucha Fe.
Pero si conozco a alguien con Fe en esta vida, eres tú, hermosa. Así que no me preocuparía demasiado. Sólo no trates de ver las cosas con los ojos de la nostalgia, de lo que era, sino con ojos de lo que es y lo que puede ser.

Emilia Kiehnle said...

Gracias :)

Tú y yo nos debemos un café, por cierto. Hay que debrayar a gusto en persona ;)