Thursday, August 06, 2009

Reflexiones de carretera


Se llama Mario, pero Tash y yo le decíamos Marius (por romántico) o simplemente "El loco" (porque así era su apodo). Atravezó brevemente nuestras vidas y la llenó de poesía, pasión desbordada, misterio y un cierto toque de amargura. Nos hacía reír con sus ocurrencias, nos cautivaba con su voz envolvente al leer fragmentos de Les Misèrables y en ocasiones era meláncolico y francamente pesado. Todo un personaje.

El problema de Mario es que nunca pudimos conocerlo realmente. El Mario real estaba escondido detrás de una camiseta negra con la máscara del Fantasma de la Ópera y una mirada azulada y escurridiza que no terminaba de decir lo que había en sus profundidades.

Mario vivía enamorado del amor. Y, evidentemente, sufría muchas desilusiones constantes.

Recuerdo una discusión que tuvieron él y Tash cuando estábamos leyendo unos fragmentos de Romeo y Julieta. Ella decía que el supuesto amor de esta joven pareja no podría ser verdadero y profundo. Era un enamoramiento apasionado y vertiginoso, exacervado por el odio de las dos familias y la emoción de verse a escondidas. Marius, por otra parte, defendía con vehemencia que no había amor más puro y real que el de dos jóvenes apasionados e inocentes.

¿Por qué les cuento todo esto? Pues bien, hace poco recordé este episodio de mi vida y me di cuenta de que ya tengo una respuesta para esto. En aquél entonces, racionalmente apoyaba lo que decía Tash, pero por otro lado, mi espíritu se inclinaba por el fogoso discurso del Loco. Sin saberlo concientemente, pasé mucho tiempo buscando esa pasión desbordada que no me permitiera respirar y me acelerara el corazón. Creí haberla encontrado en un par de ocasiones, pero duraba muy poco y al final me dejaba vacía y exhausta.

Con el tiempo decidí hacerle caso a mi cerebro y busqué relaciones "inteligentes" y estimulantes a nivel intelectual. Fue interesante por un tiempo, pero obviamente terminé hartándome. En el fondo seguía deseando que las ilusiones de nuestro soñador amigo se hicieran realidad algún día.

Hace poco, me acordé de la discusión de Tash y Marius. Y entonces también saltaron a mi mente las palabras que un buen amigo me escribió un día en una carta: "No confundas el amor con la mera atracción física o intelectual".

El amor no es seco y frío como una ciencia exacta, pero tampoco es un fuego desbordado que lo consume todo. Creo que el amor, más que en pasión, consiste en paz. El amor nos da felicidad y tranquilidad. El torbellino de emociones que describía el buen amigo Marius es más bien, en mi opinión, una confusión bestial. El que ama verdaderamente está en paz consigo mismo y con las personas que quiere.

Creo que, después de todo, Romeo y Julieta seguían siendo un par de adolescentes.

7 comments:

Nerea said...

De hecho, a mí la historia de Romeo y Julieta, salvo las canciones del musical francés, no me hace mucho click. Del musical me gusta sólo eso la música, jeje.

Romeo y Julieta me desesperaban. Supongo que como bien dices, seguían siendo sólo adolescentes. El amor es algo mucho más profundo. No sé si es forzosamente paz, pero sí sé que te ayuda a encontrarla. Al menos a mí me ha ayudado.

Zoon Romanticón said...

Creo que, como alguna vez un mentor me dijo, el problema de Romeo y Julieta es que quiere leerse como historia de Amor, cuando en realidad es una historia de Odio.

Romeo lo lamenta bien: es un juguete del destino (a destiny's fool).

El único momento de verdadero amor en la obra es cuando Romeo y Julieta acaban de casarse y el primero intenta hacer las paces con los Capuletos.

El resto, es pasión.

Unknown said...

las canciones del musical francés son geniales!
y el amor, pues, sin comentarios.

Alberto Tensai said...

Pubertos, más bien. Bien lo dijo Zoon: no entiendo como el mundo considera que la de Romeo y Julieta es ua historia de Amor.

El Amor no destruye.

Emilia Kiehnle said...

Bien dicho. Tienen toda la razón. Y, en aquel entonces, Tash también entendió eso.

Destination said...

...Boooooring!!!!!

what's wrong with you people??

What's love without sufering, without passion, without fire! What's worth fighting for if it only gives us peace but does not compels us to keep fighting! Stand up and sing like french revolutionaries! Die like Juliet for her Romeo! Y si no, vean Shakespeare in love.

En serio,si creen que "madurar" es buscar "paz", están equivocados, eso es envejecer!!!

Q diga "yo" el q no extrañe estar contrariado de vez en cuando, sentir apasionadamente algo, discutir, gritar por gritar y amar el amor!

Emilia Kiehnle said...

Si crees que la paz es aburrida es porque no la conoces, jeje.

Es el mejor estado del espíritu... y precisamente eso es lo que da el Amor con mayúscula.

La paz no es estatismo, determinismo tedioso. La paz es plenificante, rebosante de alegría y vida.