Tuesday, November 27, 2007

Breve carta a mi madre (va también para ustedes)




El tiempo es un jugador engañoso. Nos permite vivir, nos deja aprender, divertirnos y mejorarnos. Por él es que podemos pensar, cambiar y amar a los demás. Sin embargo, al igual que nos da, nos lo quita todo. Nos hace perder nuestra fuerza, nos quita la juventud, los sueños y hasta aquéllos a los que amamos.

El tiempo es nuestro más grande aliado y nuestro peor enemigo, pero somos nosotros los que decidimos qué hacer con él. Depende de nosotros aprovechar la vida y nunca perder la pasión, aunque ya estemos viejor y cansados.

Vivir no es correr ni "ahorrar tiempo", pues él no se deja acumular como el dinero en un banco. El tiempo es escurridizo, Se nos escapa como arena de las manos y, entre más nos aferramos a él, más rápido se acaba.

El tiempo se vive, se aprovecha en cada instante. Por favor, no lo olvides.

Monday, November 19, 2007

Sin convicciones, no somos nada.




Hace algunos días, una compañera de clase me dijo, bastante molesta, que ya no le gustaba la carrera de filosofía en la universidad en la que estamos. Yo le pregunté por qué y me dijo que la actitud de algunos profesores era muy "cerrada". "¿En qué aspecto?" quise saber yo, y ella me contestó: "Es que son muy mochos. Creen en una cosa y están llenos de prejuicios. Ya no pueden dar una clase sin salirse desde el punto de vista de la religión, y eso está mal".

Después de pensarlo, a mí no me parece que esté mal. Yo, en lo personal, no comparto muchas de las visiones de mis profesores, pero creo son congruentes con lo que piensan y lo que nos enseñan.

¿Saben?, creo que no es malo tener prejuicios. Estamos demasiado traumados con respecto a esa palabra: "prejuicio". Como el mismo nombre lo dice, se trata simplemente de un juicio previo, lo que significa que tenemos una manera de ver el mundo y de conocer las cosas. Yo creo que tener un juicio anterior no es malo, siempre y cuando tengamos la apertura para escuchar otras formas de pensar, pero, si nadie nos demuestra que estamos mal, podemos seguir creyendo lo que queramos.

Me parece que sería una contradicción no enseñar lo que se cree como verdadero. Un buen maestro no enseña un plan de estudios al pie de la letra, sino que da un interpretación. De este modo hay que vivir en todos los ámbitos de la vida: con pasión y convicción (mas no imposición).

Lo malo no es tener prejuicios, sino carecer de la humildad para reconocer que nos equivocamos o que tenemos la razón. Quitarse el miedo a los prejuicios es liberarse del relativismo enmascarado de tolerancia en el que vivimos. Hoy en día hay grupos de personas que se ostentan como "racionales" y de vanguardia, atacando, supuestamente, lo que es obsoleto, radical e "irracional" (como la ética, las creencias religiosas, etc.), cuando en realidad ellos son los radicales, pues nos prohíben pensar y nos imponen sus creencias, las cuales ni siquiera son impulsadas por una convicción personal, sino por intereses políticos y económicos.

Quien no esté de acuerdo con lo que digo, refúteme, pero, si van a defender algo, háganlo fundamentándose verdaderamente. Seguir una ideología porque "me suena" o "me late" es absurdo, ridículo y mediocre. No tengan flojera de pensar un poquito y cuestionarse. Y si ni siquiera dan este mínimo, entonces cállense y absténganse de opinar, pues solamente se están burlando de la inteligencia de los que sí se interesan. Una opinión dicha sin pensar es una pédida de tiempo y de saliva. Mejor ahórrensela.

Sunday, November 11, 2007

Gracias...

Me encanta Dios. Es un viejo magnifico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega. Y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna y nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe de las manos.
Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien. Pero eso a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la pequeña, el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida -no tú ni yo- la vida sea para siempre.
Ahora los científicos salen con su teoría del Bing Bang... Pero ¿qué importa si el universo se expande interminablemente o se contrae? Esto es asunto sólo para agencias de viajes.
A mi me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. Y es tan juguetón y travieso que el otro día descubrí que ha hecho -frente al ataque de los anbióticos- ¡bacterias mutantes!
Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo y de carne y hueso, hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble.
Mueve una mano y hace el mar, mueve otra y hace el bosque. Y cuando pasa por encima de nosotros, quedan las nubes, pedazos de su aliento.
Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos, manda tormentas, caudales de fuego, vientos desatados, aguas alevosas, castigos y desastres. Pero esto es mentira.
Es la tierra que cambia -y se agita y crece- cuando Dios se aleja.
Dios siempre esta de buen humor. Por eso es el preferido de mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos, la mujer más amada, el perrito y la pulga, la piedra más antigua, el pétalo más tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el borboteo de luz, el manantial que soy.
A mi me gusta, a mi me encanta Dios.
Que Dios bendiga a Dios.





(Proporcionado por el sr. Zoon Romanticón).