Wednesday, May 30, 2007

Sólo para fanáticos (Otro sabotaje más)

U2 se presentó en Cannes. U2 presentó una película en Cannes. Este video que ahora les comparto es el concierto que dieron el 24 de mayo pasado por allá. Como verán, no tienen gran espectáculo detrás: son sólo ellos y una escalera. Neta netaribus sunt! Jajajaja. Espero que lo disfruten tanto como yo.



P.S. This is war, remember?, jajaja.

Friday, May 25, 2007

Versos sin sentido. Sabotaje III (Hasta a mí me saboteé...(?))


Se metió cual vencedor

en la panza de un caballo,

a si el fuego prendió antaño,

hoy lo llamo valedor.


Sus saetaz consumieron

tempestades y calmas concretas

y destrozando endechas

hoy lo llaman trovador.


¿Es que nadie recuerda,

el tino heredado de Apolo,

el lance no más doloroso,

deste afán consolador?


Lo confunden con un verso,

lo cantan tan cotidiano:

creen que con decir "te a...lgo"

han provado su admisión.


Y es seguro que encuentren,

caóticas y sin sentido las líneas,

tan torpes y tan altivas

como de romanticón.


Y no duden siquiera,

que esta redondilla sincera

es un modo de cariño:

un saboteaje respondón.

Thursday, May 10, 2007

¿Equipo?, ¿dónde?






El famoso “trabajo en equipo” es una pesadilla constante en la vida de los mexicanos (o, por lo menos, de los realmente trabajadores). Desde que estudiábamos la primaria, nuestros maestros estaban empeñados en enseñarnos a trabajar en grupo y se dedicaban a dejarnos una serie de tareas en conjunto que obligaban a nuestras diligentes madres a estarnos llevando y recogiendo de las casas de nuestros compañeros para que nos pudiéramos juntar y hacer el dichoso trabajo. Al final sólo uno o dos hacían toda la tarea y los demás integrantes del equipo gozaban de la misma calificación sin haber trabajado en absoluto.

También era común el compañero práctico e imaginativo que organizaba el trabajo para que cada quien hiciera tan solo una parte y al final se juntara todo para presentarlo completo. Yo misma, después de darme cuenta de que lo del “equipo” era muy relativo, intenté aplicar este maravilloso e ingenioso método, topándome con que la mayoría no hacía bien su trabajo o lo presentaba incompleto y de nuevo me tocaba a mí o a otro compañero preocupado por su calificación, corregirlo todo una noche antes de entregarlo.

Así pasé la secundaria y la preparatoria, soñando con un día en que se me permitiera hacer mi propio trabajo por separado. Pero aún en la carrera, donde se supone que hay personas con conocimientos e intereses más o menos similares, uno se encuentra con este fastidioso problema. Tan sólo hace unos días escuché a un amigo, cansado y agobiado, exclamar amargamente: “¡El trabajo en equipo no existe!”.

Así es: el mexicano está acostumbrado a regirse por la ley del mínimo esfuerzo. Uno sale de la escuela y se enfrenta a una sociedad que no cumple ni con el indispensable de sus obligaciones. Nuestro país no funciona porque, mientras que la gran mayoría incumple con su trabajo, hace todo lento y es irresponsable, un mínimo de personas tiene que matarse para suplir la flojera de los demás y sacar tanto su trabajo como el ajeno. Por eso las cosas en México siempre se atrasan, todo es urgente y nunca salimos adelante. Estamos atascados en el tercer mundo no por nuestros gobernantes corruptos ni por nuestra pobreza, sino por nuestra flojera e indiferencia. El verdadero trabajo en equipo no es juntarse todos alrededor de una computadora y hacerse mensos mientras uno escribe, sino cada quien cumplir con lo que se le corresponde en el tiempo que debe hacerlo. De este modo, el trabajo no se acumula y no se hace tan pesado, el país avanza y la gente prospera. Es algo muy sencillo, pero preferimos hundirnos en la miseria, el tránsito, la contaminación, la inseguridad y el cansancio extremo que dignarnos a hacer un poquito de esfuerzo al día.

La gente se queja de la corrupción, pero al parecer nadie se da cuenta de que, al “flojear” un “ratito” le está robando tiempo al país, a las demás personas y a sí mismo.

Varios escritores, sociólogos e intelectuales han dicho: “El problema del mexicano es que es individualista”. Y es obvio: después de pasar por el mentado “trabajo en quipo”, los pocos que trabajamos nos cansamos de cargar a los demás sobre nuestros