Tuesday, January 13, 2015

Escribirle a Dios

"Creo que he alcanzado, si no cierta sabiduría, quizá cierto sentido común. Me considero un escritor. ¿Qué significa para mí ser escritor? Significa simplemente ser fiel a mi imaginación. Cuando escribo algo no me lo planteo como objetivamente verdadero (lo puramente objetivo es una trama de circunstancias y accidentes), sino como verdadero porque es fiel a algo más profundo. Cuando escribo un relato, lo escribo porque creo en él: no como uno cree en algo meramente histórico, sino, más bien, como uno cree en un sueño o en una idea."
-Jorge Luis Borges

Estas vacaciones he vuelto a escribir mucho. No en blogs, sino en mis diarios personales. "Diarios" en plural, porque, por alguna razón, nunca he podido tener nada más uno. Tengo diferentes cuadernos de diferentes estilos y escribo en ellos según se me antoja. Hay días en los que siento ganas de escribir en hoja blanca con pluma fuente; hay días en los que me expreso mejor en las líneas con un poco de tinta china; y hay días en los que el papel reciclado y un simple bolígrafo son lo más adecuado. Supongo que depende del ánimo y de cierto placer físico que se obtiene al escribir sobre y con materiales diferentes.

He notado que últimamente mis escritos parecen más oraciones que reflexiones personales: estoy dialogando con Dios en mis cuadernos. Desde que lo hice por primera vez, me volví adicta a esta forma de usar mis letras. Ya no me gusta escribir sin un interlocutor, y Dios es muy bueno para escuchar mis desvaríos. Incluso a veces me contesta a través de mi propia pluma.

Originalmente no fue un ejercicio consciente, pero ahora se está volviendo una costumbre, esto de rezar por escrito. Le encuentro muchos beneficios. Uno de ellos, es que me ayuda a confiar en la providencia. Cuando leo diarios viejos, en los que cuento mis problemas e incertidumbres de hace algunos meses, me doy cuenta de que las cosas terminaron por solucionarse mucho más rápido y fácil de lo que pensaba en su momento. Escribirle a Dios me abre mucho, también. Me he vuelto muy sincera con mis letras. Como dice el buen Borges, ya no escribo para reproducir hechos nada más, sino principalmente para ser fiel a la verdad, para ser fiel a lo que creo.

Otra de las bondades de este ejercicio, y quizás la que más disfruto, es que me ayuda a recordar que Dios es persona. Dedicarle mis letras -y recibir sus respuestas por escrito- me ayuda a profundizar en mi relación con él y a evitar la tentación de pensarlo como un ente abstracto y alejado de mi vida cotidiana. Me siento acompañada, escuchada, comprendida... amada. 

La única desventaja que le encuentro a esto es que ahora se me está complicando rezar de otras formas, sobre todo con oraciones "hechas", como el Padrenuestro. Las digo, pero no las siento ni pienso demasiado. A lo mejor si las escribo podrían volver a significar algo. Habrá que hacer el experimento. 

2 comments:

Unknown said...

Volví a leer la cita de Borges y volvió a encantarme. Además, suena lujosísimo escribir así como lo describes, tanto por la parte física y sensible, como por el diálogo y la parte espiritual. Yo he estado intentando algo que leí: escribir todas las mañanas, tal como salga, tres cuartillas completas, antes de hacer cualquier otra cosa, para que la mente no esté aún llena de tareas por hacer o dispersa. Lo he sentido como abrir una fuente, abrir un flujo que inunda el día entero. Espero poder ser más constante! Y aquello de escribir las oraciones para volver a encontrarles significado me recordó algo que tengo ganas de hacer: inventarle una coreografía (con mudras, gestos de las manos) a una meditación de Thich Nhat Hanh que me gusta mucho, de forma que pueda decirla/pensarla/hacerla con el cuerpo. Me sonó parecido (aunque sea poquito!) Un abrazo! :)

Emilia Kiehnle said...

Es una cita genial, a mí también me encantó. Y me sentí identificada ;)

No sé si yo podría imponerme una rutina como tal para escribir, soy mala en eso. Me gusta dejarlo fluir cuando lo necesito, por eso las oraciones por escrito me funcionan tan bien (y a lo mejor por eso me cuestan tanto trabajo los posts en los días que me toca :P).

Por cierto, ¿quién es Tich Nhat Hahn?