Tuesday, March 30, 2010

Ya decía Sócrates que el filósofo tenía que ser un ocioso

Quiero estudiar, quiero hacer tesis, quiero trabajar en Eudoxa, quiero leer y escribir literatura, quiero escuchar música, quiero cuidar a mi novio, quiero ir a misa como prometí, quiero comer con mi familia, quiero procurar a mis amigos, quiero, quiero...

Dios, ¿por qué hiciste los días tan cortos? (¿y por qué permites que mi casa esté llena de gente y de ruido y de necesidades imperiosas como conseguir dinero para comprar tortillas...?).

Me pregunto si algún día lo urgente cederá espacio para lo importante.

2 comments:

Zoon Romanticón said...

Jamás. Nunca lo hará. Por eso uno tiene que desterrar, muchas veces, lo urgente... pésele a quien le pese.

Nerea said...

Coincido: lo urgente siempre va a desplazar a lo importante. Y tú has de desplazar a lo urgente para hacer lo importante. NO hay de otra.