Wednesday, April 15, 2009

Interrupciones cotidianas

Ayer llegué a mi casa en la noche y me senté con Zoon en el comedor a hacer mis trabajos de la universidad. Estábamos los dos muy tranquilos escuchando música y disfrutando de la pasividad del momento, cuando de pronto mi estómago rugió notoriamente. En lo que me paré a la cocina para prepararme un poco de botana para picar, bajó mi hermana y se rompió el silencio. Se puso a platicar con nosotros y nos pusimos a cenar. En el ínter llegó mi madre y Zoon y yo la acompañamos un rato.

De repente mi madre gritó: "¡Eso es una rata!"

No era rata, sino ratón, pero de todos modos fue alarmante la situación, porque estaba caminando por los muebles de la cocina. Nos paramos todos rápidamente y sin darme cuenta le torcí el pie a Zoon con la silla. Llamamos a mi hermano y a mi primo que estaban arriba y nos dedicamos a cazar al intruso roedor.

Fueron cerca de tres o cuatro horas intentando sacar al animalillo de la cocina. Cuando descubríamos su escondite, salía corriendo a otro mueble. Tuvimos que mover toda la cocina, sacamos los trastes para poder mover los muebles, usamos escobas, periódico, agua y hasta la aspiradora.

El pobre del Zoon estaba con su pie cucho en medio de todo el caos sin poder hacer nada. Se tuvo que ir a la mitad de la empresa y los demás continuamos con la cacería. Al final el mugre ratón se salió solito al jardín y nosotros nos quedamos con una cocina sumamente desordenada y con el piso mojado. Después de limpiar mi madre resolvió ir a cenar tacos con mi hermano, mientras que yo me subí a trabajar. A penas leí unos minutos y me quedé dormida. No he terminado mi trabajo y es para hoy.

Definitivamente, ser estudiante de filosofía e hija de familia son dos cosas altamente incompatibles.

3 comments:

E.P.S. said...

Una filósofa cazadora de ratas.
Seguro se necesita gente así para limpiar el mundo, empezando desde la casa, no lo crees?

Saludos!

Emilia Kiehnle said...

Jajaja, es posible. Pero hay de ratas a ratas. Ésta no era particularmente peligrosa, aunque sí peluda y asquerosa.

Alberto Tensai said...

Jajajaja todo por no dejar al pobre roedor en paz...

La familia es usualmente un estorbo para cualquier plan individualista, sin duda.

Tienes otras aplicaciones, me aseguran, pero no sabría decir.