Hace un par de semanas escribí esto. Olvidé publicarlo, pero hoy lo volví a encontrar.
Es reconfortante leer esto en retrospectiva y darme cuenta de la fuerza que puedo encontrar en mí cuando lo busco. La vida puede ahogarnos a veces y, aunque no veamos claro por la basura que nos rodea, siempre que lo decidamos, podemos salir a tomar aire fresco.
Es reconfortante leer esto en retrospectiva y darme cuenta de la fuerza que puedo encontrar en mí cuando lo busco. La vida puede ahogarnos a veces y, aunque no veamos claro por la basura que nos rodea, siempre que lo decidamos, podemos salir a tomar aire fresco.
"Ya no puedo leer, no puedo escribir, no puedo hacer nada. Estoy como bloqueada. Empiezo un libro, pero después no encuentro en interés para seguirlo. Quiero publicar en mis blogs y se me ocurren varias ideas, pero no las desarrollo. Me encuentro en un estado de “idez” que me aísla de la profundidad. Voy como sedada por la vida.
Estoy demasiado metida en el mundo. Me importa comer, dormir, arreglarme, pasarla bien y cumplir mis obligaciones indispensables. Cuando tengo tiempo libre no soy capaz de producir nada. Antes dejaba de hacer tarea por dedicarme a mis manualidades y a mis escritos, pero ahora a penas termina mi día y tan sólo quiero dormir o meterme a facebook.
¿Cuándo me volvía tan aburrida, tan frívola? Me niego. No quiero perderme en lo cotidiano y superficial. Quiero pensar, sentir, producir. Quiero encontrar mi pasión, romper este tedio, esta odiosa pereza que me arrastra y me sumerge. Necesito aire fresco para despertar.
Este post es una confesión, un intento de salir de mi estado actual. Me tengo que obligar a matar al demonio de mi flojera y comodidad. Me acosa desde siempre, pero pensé que había logrado deshacerme de él. Me equivoqué. Nunca hay que bajar la guardia.
Así, pues, aquí estoy. Desenfundo mi espada."
Estoy demasiado metida en el mundo. Me importa comer, dormir, arreglarme, pasarla bien y cumplir mis obligaciones indispensables. Cuando tengo tiempo libre no soy capaz de producir nada. Antes dejaba de hacer tarea por dedicarme a mis manualidades y a mis escritos, pero ahora a penas termina mi día y tan sólo quiero dormir o meterme a facebook.
¿Cuándo me volvía tan aburrida, tan frívola? Me niego. No quiero perderme en lo cotidiano y superficial. Quiero pensar, sentir, producir. Quiero encontrar mi pasión, romper este tedio, esta odiosa pereza que me arrastra y me sumerge. Necesito aire fresco para despertar.
Este post es una confesión, un intento de salir de mi estado actual. Me tengo que obligar a matar al demonio de mi flojera y comodidad. Me acosa desde siempre, pero pensé que había logrado deshacerme de él. Me equivoqué. Nunca hay que bajar la guardia.
Así, pues, aquí estoy. Desenfundo mi espada."