Thursday, October 26, 2006

Segundas regresiones


¡Me duele mi boquita!
No sé por qué, pero a últimas fechas he sido bastante maltratada por los dentistas. Antes los consideraba doctores amables y simpáticos, pero ahora me parecen verdaderos carniceros.
Esto de usar brackets es espantoso. Me duelen las encías todo el tiempo, no puedo comer lo que se me antoja y además me siento y me veo extraña. Estoy segura de que si nuestros padres los hubieran usado, jamás se les habría ocurrido ponérselos a sus hijos... (¿o sí? Tal vez y yo algún día lo haga, pero para entonces ya voy a haber olvidado cómo se siente. Seré una madre inconsciente).
Supongo que es el precio de la salud y la belleza. Nimodo.

Thursday, October 12, 2006

Un regalo ocasional

Defensa de la alegría

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
Defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
Defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
Defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
Defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
Defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.


Mario Benedetti


(Muchas gracias por el regalo; me ayudó a pensar, a sonreír, a sentirme acompañada y a no dormirme en clase de historia el día de hoy).