¡Me duele mi boquita!
No sé por qué, pero a últimas fechas he sido bastante maltratada por los dentistas. Antes los consideraba doctores amables y simpáticos, pero ahora me parecen verdaderos carniceros.
Esto de usar brackets es espantoso. Me duelen las encías todo el tiempo, no puedo comer lo que se me antoja y además me siento y me veo extraña. Estoy segura de que si nuestros padres los hubieran usado, jamás se les habría ocurrido ponérselos a sus hijos... (¿o sí? Tal vez y yo algún día lo haga, pero para entonces ya voy a haber olvidado cómo se siente. Seré una madre inconsciente).
Supongo que es el precio de la salud y la belleza. Nimodo.