Tuesday, June 03, 2014

Historias de mujeres

Tengo varias amigas. Todas son personas muy normales, con problemas, retos, logros, alegrías y tristezas, como cualquier mortal. Sin embargo, dentro de esas amigas tengo algunas con unas historias realmente duras. Sus dolores no son los dolores normales; cargan con historias de violencia, con mucho silencio y con una profunda confusión mental y emocional.
No lo saben, pero se conocen entre ellas. Y se ven las unas a las otras como mujeres perfectamente normales. No saben que están hermanadas por su dolor. 

Si supieran la esperanza que me dan... Son mujeres admirables, pues salen adelante a pesar de sus heridas y sin que nadie las vea. Son las verdaderas humildes, las que saben guardar silencio, las que no se ven tentadas a sentirse víctimas. 

Es muy cómodo que el mundo sepa de tus dolores, porque todos te cuidan y te ven como ejemplo de virtud cada vez que te levantas a vivir y a sonreír. Pero vivir como viven ellas... eso es más duro. 

Guardo sus historias como tesoros. Las quiero y las admiro mucho por su fortaleza, pero en realidad me gustaría que pasaran desapercibidas por tener una de esas vidas normales, triviales y tranquilas.