Hay días más difíciles que otros. Días en los que todo pierde sentido, el mundo me parece estúpido y superficial, días en los que no quiero hacer nada más que llorar y sufrir.

Pero, incluso en esos días, sé que me estoy permitiendo creer mentiras. Sé que he sido bendecida y que estoy rodeada de mucha gracia. No debo caer en la tentación de sentirme víctima. El mundo me justifica por mi dolor, pero yo sé (y Él sabe) que soy mejor que eso. 

Puedo dar más, quiero dar más. Sé que puedo.

Camino de salvación

Pedí la gracia de ser puerta para ti, pero en mi pequeñez nunca me imaginé que él tenía otros planes mucho mejores para nosotros. Yo sólo veía una puerta, pero no me había dado cuenta de que detrás de ella había mucho camino por recorrer.

Ahora entiendo que tú eres mi puerta y mi camino. Gracias por darme este nuevo sentido.