Tuesday, February 22, 2011

Influencias

De niña soñaba que me convertía en un cisne. No en uno negro, como los que están de moda hoy en día, sino en un cisne blanco. Y que flotaba en el agua oscura y fría. Y que podía volar.

La primera palabra que aprendí a escribir fue "Odette". La primera pieza que pedí escuchar más de diez veces seguidas fue del ballet del Lago de los cisnes. El primer cuento que me hizo llorar fue el patito feo. Mis primeros dibujos libres fueron de sirenas, cisnes y atardeceres. Algo deformes, pero me esforzaba.

El primer vestido que le pedí a mi abuelita fue el de la Bella Durmiente. La primera narración que pude leer completa fue la de Pulgarcita. Mi primera película en el cine fue la Sirenita. Mi primera vocación fue la de bailarina.

Y todo esto ocurrió antes de cumplir los seis años.

No sé cómo ocurrió, pero aparentemente Tchaikovsky y Hans Christian Andersen tuvieron un papel muy importante en mi formación temprana.